Una vez más, el gran trabajo realizado por la Comisión del 7 de Septiembre se vio recompensado con otro festejo digno de la altura que la fecha merece. Cartelazo en mayúsculas y jornada en sábado, alicientes más que suficientes para el llenazo de aficionados este gran día.
La jornada comenzó con la novedad de una Despertà taurina amenizada por un grupo de gaiteros llegados de Navarra que se hicieron escuchar antes del tradicional encierro.
Encierro que transcurrió con total normalidad, con la manada compacta por las calles San Antonio y Barreres y que sirvió como aperitivo a la desencajonada matinal del toro Guerrero de la gaditana ganadería de El Torero, el cual, sin llegar a romper en bravura como sus hermanos del día 23 de junio, tuvo un comportamiento correcto dentro de sus limitaciones físicas.
Por la tarde, tras la tradicional bajada de cajones y peñas, santo y seña de esta población tan taurina, se preparó la desencajonada de cuatro toros, tremendamente presentados, muy en la línea de su encaste propio.
Custodiano, nº 28, de la ganadería de Miura, fue el primero en saltar a la arena, con salida desde los cuartos traseros, como era costumbre en las desencajonadas de esta mítica ganadería en la plaza de toros de Valencia. Comportamiento abanto, sin fijeza, que protagonizó el susto de la jornada al voltear a un aficionado proporcionándole un leve puntazo en la pierna.
A continuación, fue desencajonado el toro Recompuesto, marcado con el nº 51, de Luis Algarra. Salida rápida, acudiendo con franqueza y nobleza a los cites de los aficionados y derrotando con bravura a los barrotes. Ovacionado por su salida e impecable presentación, levantó la tarde.
En tercer lugar, fue el turno para Sensato, marcado con el nº 38, de Torrestrella. Llamativo por su pelaje ensabanado, de noble embestida.
Cerró la tarde el toro Madroño, marcado con el nº 9, de Adolfo Martín. Nombre mítico en la ganadería que pasta en Los Alijares, no decepcionó a los aficionados, pues fue un toro bravo y encastado, que tuvo una gran actuación.
Tras un merecido descanso, la tarde concluyó con la embolada del toro de El Torero. Hay que destacar la gran labor del ganadero local Jaime Bosch Saliner en la tarea de encerrar los toros.
Por la noche, fueron embolados los cuatro toros de la tarde y uno, el segundo, directo al pilón de la ganadería de Arcadio Albarrán. Subrayar las buenas emboladas realizadas por los toros de Luis Algarra y Adolfo Martín, los cuales desarrollaron sus respectivas emboladas en la arena, acudiendo con prontitud y nobleza a los innumerables recortes de los aficionados, protagonizando otra gran noche de toros embolados.
14 de septiembre
La tarde dio comienzo, con la sonora ovación que recibieron los miembros de la Comisión por los éxitos obtenidos el día de San Juan y el 7 de septiembre.
Este segundo día de festejos de septiembre, aparte del toro patrocinado por la comisión, contó con dos toros patrocinados por dos peñas de aficionados que contribuyen a las fiestas.
En primer lugar, fue desencajonado el toro Afilador, marcado con el nº 9, de Arcadio Albarrán. Ejemplar de bonitas hechuras que, tras estar brevemente en la arena, tomó las calles del casco viejo, embistiendo con peligrosidad. Cuando iba a ser encerrado por los cabestros, prendió a un aficionado propinándole dos graves cornadas, de las cuales se recupera.
A continuación, la Peña Amics del 7 patrocinó el toro Sobrerero, marcado con el nº 33, de la ganadería onubense de Chamaco. Toro colorado que cumplió durante su lidia.
Finalmente, la Peña Guarisme 7 patrocinó al toro Sereno, marcado con el nº 3, de la ganadería de El Torero. Semental cercano a los diez años, noble en sus embestidas en los pocos minutos de lidia que tuvo, pues se lastimó en una ellas, quedando inutilizado y no pudo ser embolado.
Por la noche, fueron embolados un toro y dos vacas de El Saliner, además del toro de Arcadio Albarrán y el toro de Chamaco.
Informa: Alfonso Ávila | Fotos: Sergio Maestro y Sabín
Fuente Oficial: Ajuntament de Puçol